Se acerca mi cumpleaños ya queda nada… normalmente es de las fechas que más ilusión me hace, pero ahora mismo debo confesarte que no tengo esa ilusión.
Me siento sin ganas de nada…
Veo casi todo gris, sin animo.
Si, y eso suele pasar: ¿a ti te pasa?
No se, puede que sea porque últimamente he tomado decisiones laborales por razones equivocadas.
Y esas decisiones me han mantenido muy alejada de mi y de ti.
Cuando mi alma y mi cuerpo reaccionan fuertemente a los acontecimientos de mi vida en un momento determinado, hago algo que he aprendido gracias al Mindfulness que es: dar un paso atrás y observarme.
Es perfecto porque me permite tomar consciencia de lo que estoy viviendo.
Puede que no sea simple de gestionar, porque puede que no vea lo que he de ver tan fácilmente… pero te aseguro que me permite tomar perspectiva y eso me mantiene conectada.
Cuando algo que no me gusta, algo “difícil” se planta en mi vida te aseguro que todo lo que antes había y que a diario gestiono, desde la sabiduría que me da el estar despierta, se hace más visible.
Si, es como ponerle tinta azul a el agua que ya tengo en el cuenco que mi día a día.
Por ejemplo, el dolor se hace mas presente, y las otras circunstancias se crecen porque mi espíritu necesita que recuerde que, si sigo por ese camino, dejando la consciencia de lado, puedo desconectarme y eso, creo que es lo que ha pasado últimamente.
¿Por que?
Porque mis creencias me han jugado una mala pasada.
Bueno, ni tan mala porque tomo en cuenta que estoy aprendiendo de nuevo.
El otro día me llegó una frase que me caló hondo:
Vive como si fueses a morir mañana. Aprende como si fueses a vivir siempre.
Gandhi
Me dio un vuelco el corazón cuando la escuché porque justo era lo que estaba sintiendo en ese momento.
Muchas veces tomamos decisiones por razones, no equivocadas, sino lógicas, de acuerdo a creencias limitantes que tenemos grabadas en nuestro inconsciente y que necesitamos que sanen.
Por eso digo que no son razones equivocadas, porque hacerlo y darnos cuenta de que es así, aunque duele, sirve para hacer consciente algo que no sabíamos que estaba ahí debajo de esa decisión.
En mi caso es necesidad de reconocimiento.
Si, me cuesta mucho hablar de ello, pero precisamente por eso lo hago y lo comparto contigo.
Lo he descubierto porque mi trabajo actual tiene que ver con la odontología y eso ha sido un talón de Aquiles en mi vida ya que no he podido ejercerla como hubiese querido a casusa de la artritis.
Eso ha creado un vacío invisible hasta el momento.
Ese vacío ha causado estragos en mi desempeño profesional porque en muchas ocasiones ha creado inseguridad y desconfianza de mis capacidades y habilidades.
Me ha hecho sentir durante mucho tiempo que no valgo, que no es mi camino, que no soy capaz. Sobre todo, me he comparado muchísimo y eso me ha hecho sentir hasta pena por mi.
Ufff… no se si te haces una idea de lo duro que está siendo soltar esto.
Y a la vez: ¿te das cuenta de lo sanador que esto está siendo para mi?
Haber tomado esa decisión laboral de aceptar más carga y más responsabilidades solo para probarme que si puedo o para demostrar que soy profesional a pesar de mis circunstancias. Para que me vean…
Wow!! Estás siendo testigo de uno de los aprendizajes mas potentes de mi vida adulta.
Elijo aquí y ahora mi salud y mi paz.
¡Me veo! Me acepto y me honro.
No necesito que nadie me reconozca mas que yo misma.
Soy válida tal cual soy.
Tengo derecho a volver a decidir por y para mi.
Compararme es deshonrarme.
Comenzaba este texto diciendo que no tenía ilusión por casi nada o nada últimamente, gracias a desahogarme contigo y poner en perspectiva lo que está pasando, parece que puedo volver a sentir un poquito más de luz… volver a conectar.
Sin duda he tomado cartas en el asunto.
Ya te contaré lo que sigue.
Gracias por estar ahí.
Gracias por esto❤